jueves, 3 de junio de 2010
TIRO: MECÁNICA EMOCIONAL

Ya lo dicen los grandes del juego de los dardos, hay momentos en que la cama parece un arcoíris, ven el triple enorme, y ejecutan su tiro con gran facilidad. En realidad ese es un momento en el que se unen varios factores, entre los que destacan la práctica y la sensibilidad.

La práctica, son horas de entrenamiento y la búsqueda de la mecanización del tiro, pero de una manera relajada, porque recordemos que no somos robots, y ahí aparece la sensibilidad, porque nosotros no calculamos la velocidad, ni el ángulo de tiro, ni la aceleración que hay que imprimir al dardo, en definitiva no somos maquinas, nosotros intuimos.

En la práctica la intuición es fundamental, nuestro tiro debe basarse en sensaciones, no en gestos forzados ni mecanizados cual robot. La perfección de nuestro tiro debe de ser la suma de muchas sensaciones experimentadas con la práctica.

No se debe desesperar, pues hay momentos de nublamiento, de tozudez, de repetir erróneamente gestos forzados, de cambiar de forma de tiro pensando que no es correcta la actual, centrándonos en aspectos del tiro banales, que hacen que no seamos eficaces. Además hay que recordar que es un juego, y que si bien cuando logras tus objetivos te sientes bien, que el no lograrlos sea un aliciente y una nueva motivación. La motivación lo es todo, y a partir de ahí todo lo demás.

Como decía un gran jugador sobre su rutina de tiro: “Me coloco (posición), cojo el dardo, siento los dedos sobre él, miro exactamente donde quiero lanzarlo, y suelto el brazo recto sintiendo al dardo salir de mis dedos”

A esto se llega con práctica y mecanización de sensaciones. Está claro que hay días mejores y peores, manos mas diestras que otras, pero entrenando correctamente se puede llegar a mejorar mucho.

2 comentarios:

Emilio dijo...

Creo que lo más importante es la parte en que habla de entrenar correctamente, pero respecto a las sensaciones lo más importante es tener un tiro mecanizado, que sepas que haciendo tu gesto el dardo va a su sitio, y en ese momento es cuando tienes esa sensación.
Y, por supuesto, la motivación es CLAVE. Entrenar porque sí, sin concentración, no lleva a ningún lugar. Pero al final la gran fase son las horas de vuelo con los dardos.

Rober dijo...

Y no olvideis que los gimnasios son malos.
A los hechos me remito, y si no a ver esta noche que tal, juasjuasjuasjuas.